Esculpido en un bloque de mármol de Carrara, nos recuerda por su aspecto exterior a un posible organismo vivo o una formación natural. Lleva en él una singularidad, su delgadez. En zonas puntuales, iluminado por una fuerte fuente de luz, el bol Coral nos revela su secreto y nos trasmite de nuevo esta sensación de pertenecer al mundo orgánico.
